Add parallel Print Page Options

es un orgulloso que no sabe nada. Discutir es en él como una enfermedad; y de ahí vienen envidias, discordias, insultos, desconfianzas y peleas sin fin entre gente que tiene la mente pervertida y no conoce la verdad, y que toma la religión por una fuente de riqueza. Y claro está que la religión es una fuente de gran riqueza, pero sólo para el que se contenta con lo que tiene.

Read full chapter